Violencia contra las refugiadas

Autor: Redacción /La Independent

Escrito por Abir Fekih, periodista de Tunísia

En una sociedad conservadora como la siria, sería evidente que la mujer sea este ser más deseado por este tipo de traficantes; les atrae más por ser una mujer que no tiene a ningún familiar que le protege, una joven, una niña, todos estos perfiles sirven para formar parte de una red comercial rentable para las mafias.

Antes de la revolución de Siria del 15 de marzo de 2011, los árabes decían “Quien no se casa con una mujer del Levante, se moriría soltero” porque consideraban que casarse con una mujer del Levante (la mujer siria justamente) era un reto para cualquier hombre árabe por lo bella, sensual y culta que es. Hoy en día, la guerra de Siria ha destruido todo en el país, hasta los sueños. Esa misma mujer, tan deseada se escapó de la muerte dentro de Siria buscando una esperanza de vida muy baja, donde sea que se encuentre, con los recursos mínimos para sobrevivir.

Según las últimas estadísticas, de los 23 millones de población siria, más de 11 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus casas; alrededor de siete millones de personas dentro de Siria y más de cuatro millones que actualmente se refugian en el extranjero, la mayoría en Turquía (unos 2 millones), Líbano (1.150.000), Jordania (650.000), Iraq (250.000), Egipto (133.000)... Cientos de miles también han huido a Europa, tirándose al Mediterráneo o a las fronteras de algunos países de la UE.

Respuesta  bárbara contra la población civil

Por otro lado, la respuesta del gobierno de Bashar Al Assad, ha sido y sigue siendo muy bárbara. Un año más tarde apareció DAESH (Estado Islámico, en su acepción en árabe) y otros grupos armados, dejando a una gran parte de la población siria sin remedio. La única posibilidad era o escaparse del bombardeo y las amenazas diarias, o enfrentarlo con los muy pocos  recursos de armamento. Este enfrentamiento ha acabado hasta ahora con la vida de unas 250.000 personas, más de 65.000 arrestadas por manifestarse,  expresar sus opiniones que va contra el régimen, o también por pertenecer al sector sanitario que cura a los heridos revolucionarios o también por hacer parte de la red del periodismo que trasmite los crímenes del ejército sirio hacia unos medios de comunicación no permitidos.

Obviamente, la mayoría de los mártires civiles y los que forman parte del ejército libre son hombres.  Cada uno de ellos ha dejado detrás a una mujer y una hermana o/y una madre o/e hijos. Tomando en cuenta que la sociedad siria es una sociedad conservadora, donde el hombre lleva mucha responsabilidad por ser padre, hermano o hasta hijo. De hecho, miles de familias se quedaron sin recursos financieros fijos y a veces fuera de su propio hogar (por amenazas de arrestar a otros miembros de la familia) al perder al ‘encargado de la familia’. Según las estadísticas y hasta finales del 2015, tenemos más de 5.300 madres que perdieron a sus hijos y 69.000 viudas y más de 19.000 niños y niñas sin padres.

 

Primeras huidas concentradas en los países vecinos

 

Hacia finales del año 2012, la mayoría de las familias sirias que se escaparon del país no contaban con este panorama tan complicado dentro y fuera de Siria. De hecho, si nos fijamos en las zonas del refugio de las primeras olas,  se ve claramente que se concentraron en los países vecinos, para que no cueste ni la ida, ni la vuelta cuando se restablezca el acuerdo entre el gobierno y la oposición.   Después de la masacre de Guta en agosto 2013 que ha sido el peor ataque químico en los últimos 25 años y la reacción tan fría de los gobiernos del mundo, el pueblo sirio lo tuvo claro: no hay vuelta, o se espera la muerte bajo bombardeo de cualquier tipo o se escapa.

Con toda esta destrucción, trauma, necesidad, depresión puede crecer algo muy desagradable; la mafia de las consecuencias de la guerra a nivel de ciudadanía, y el ser más débil, es el que no puede resistir ante su abuso tan cruel. En una sociedad conservadora como la siria, sería evidente que la mujer sea este ser más deseado por este tipo de traficantes; les atrae más por ser una mujer que no tiene a ningún familiar que le protege, una joven, una niña, todos estos perfiles sirven para formar parte de una red comercial rentable para las mafias. Teniendo en cuenta que bajo estas circunstancias, la refugiada siria sufre lo mismo que pueda sufrir cualquier refugiada de Próximo Oriente.

La verdad, para aclarar este fenómeno había que distinguir 5 tipos de violencia que se pueden cometer contra las mujeres en situación de riesgo las refugiadas: La estafa, el abuso, la explotación, los falsos matrimonios por interés, la ausencia o pérdida de los papeles de identificación (libro familiar, certificados de nacimiento…) y amenazas/presión social por cualquier tipo de iniciativa hacia la independencia.

 

 

Abir Fekih es Licenciada en Biblioteconomía y Periodista de opinión; freelance en algunas revistas tunecinas Oyoun, ????? ????, y Al Jazeera Mubasher. Vive en Barcelona desde 2008

Acerca de Redacción /La Independent

La Independent. Comunicación, feminismo